SENCILLAMENTE, MUJER...
Diste y das vida,
nos traes a este mundo,
nos acompañas, a veces, sin decir nada
para que podamos continuar el camino hacia lo soñado.
Diste y das amor, aún en la feroz huída,
desde la cuna hasta el dìa señalado,
obedeciendo a tu corazón en simple llamada
y levantando vuelo hacia ese cielo ansiado.
Diste y das paz, aún en la guerra vívida,
buscando sosegar aquella alma, en tren acelerado,
para que encuentre lo perdido en el medio de esa selva que acobarda
y así pueda continuar su sendero acariciado.
Diste y das tu esencia, sin condición prefijada,
caminas por el pasillo de lo desconocido
para brindar tu espíritu a la hora fijada,
al momento que se necesite esa mujer sencilla en el pérfido mundo.
Diste y das todo en casa propia o en ajena morada,
no importa el precio, ni el sentido,
tan sólo dar tu vida
para alcanzar la felicidad en lo amado.
Diste y das todo en feroz mirada,
escudriñando lo escondido
para encontrar la puerta hacia esa escapada,
la que te hace sentir en el medio de todo.
Sencillamente, eres mujer en álgida vida,
permaneces en ese corazón dormido
o vives en aquel en roja acelerada
y lo dejas atormentado.
Simplemente, eres esa flor amada
que busca dar para alimentar tu propio sentido,
para encontrar al ser que te corresponda,
para colmar de felicidad a todos los que te han querido...
Javier Sanz
08/03/08
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