Si hay algo en lo poético, es la posibilidad de crear ficciones para dar a conocer lo que nos rodea, lo que nos pasa y abruma... Y en ella, hoy les dejo dos pequeños vuelos para pensar y disfrutar.
INDIFERENCIAS
Vamos caminando sin pensar,
con esa mochila pesada de la vida,
para encontrarnos con otros seres, sin avisar,
en el enésimo intento de hacerla vívida.
Nos vemos y nos encontramos al pasar,
sin darnos esa oportunidad de evitar esa pérdida,
la que nos deshumaniza, para seguir enseguida sin repasar
y sin reparar en el otro, el que espera nuestra mirada.
No importa quien, si el de al lado o el vecino, sino ese halo de esposar,
de atar nuestro sentir a la cerrazón de la vida privada
y sin atrevernos a expresar,
con voz alta, nuestro pensar sobre lo que pasa y cambiar lo que dice la bandada.
Es cierto, caminamos por la indiferencia sin cesar,
nos acomodamos a lo establecido y su perfidia, su maldad enquistada,
para seguir existiendo sin reparar en esa perdida mirada,
en ese ser que nos busca para sentirse amada.
CORAZONES VACÍOS
La vida tiene metejones,
tiene tristezas y alegrias, pero requiere otras cosas,
las que nos hacen sentirnos seres sin otras presiones,
para hecernos humanos y sin ser piedras preciosas.
Lo volátil surca nuestras almas y nuestros corazones,
que no evitamos en aras de sentirnos parte de esas rosas,
de ese etéreo perfume de la normalidad establecida en ciertas porciones,
olvidando nuestra esencia, nuestra cultura en grandes ocasiones amorosas.
Todo es efímero, todo es hoy y olvidamos esas sensaciones,
las que alimentan al ser en raciones generosas,
llevando al esquivar de las emociones
en tren de hacerlas instantáneas y modosas.
Tenemos corazones vacíos en estos momentos sin ocasiones,
sin instantes para hacerlos vibrar como el viento a las rosas,
porque nos olvidamos de albergar esas emociones,
esas sensaciones sin fin para llenarlos de amor y de plenas raciones amorosas...
Javier Sanz
16/10/06
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